Las ruinas sublimes II. Lo sublime que encierra la crueldad
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Lo sublime –esa idea fundamental para entender el camino hacia la
modernidad; también su crisis- fue un hallazgo estético, y en su
configuración decisiva n...
Hace 10 años
8 comentarios:
Aquí un artista que dice no, pero de verdad.
Un bufón más del sistema.
Sierra quiero decir.
"Bufón" me parece excesivo; todo el mundo tiene que comer, y el Estado a veces da muy bien de comer. Pero que encima tengamos que tomar la renuncia de Sierra, con su barata retórica revolucionaria, como un acto heroico y coherente...
Y añado, porque realmente cabrea leer ciertas cosas: qué bien habría estado que en 2003 (cuando Sierra representó oficialmente a España en la Bienal de Venecia) hubiese dicho que eventos como ese son una antigualla a la que es absurdo que el arte contemporáneo se pliegue, que su estructura de "pabellones nacionales" da risa a cualquier "artista serio" (algo que Sierra dice ser), y sobre todo: qué bien habría estado que alguien tan preocupado por las "guerras dementes" de su estado junto al "imperio criminal", se hubiese acordado de todo ello en junio de 2003 (al comienzo de aquella Bienal), exactamente tres meses después de la Cumbre de las Azores, de tan grato recuerdo para el presidente del Gobierno que, entre otras cosas, "instrumentalizó en beneficio del estado el prestigio del premiado" (perdón, del empleado -por obra y servicio- Santiago Sierra).
Puestos a decir que no que se haga con todas las consecuencias, como este otro artista (de lo suyo)...
http://www.elpais.com/articulo/reportajes/genio/hombre/enigma/elpepusocdmg/20101003elpdmgrep_1/Tes
Un saludo
Saludos, Simpática canalla; muy interesante la historia de Perelman. Aquí más explicaciones baratas de Sierra.
1 Sierra se da esos desplantes porque no vive de su obra, en México lo mantiene una rica heredera que se hace cargo de sufragar lo que cuesta vivir de artista. Es un asunto familiar asumido que él no trabaja.
2 Sierra ya le dijo al gobierno que el compre obra con ese dinero, entonces se convirtió en un trámite burocrático este alarde. Muy cómodo, se las da de rebelde pero para vender al Estado es un corderito dócil.
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