miércoles, 11 de noviembre de 2009

El hundimiento



Comentábamos hace un tiempo los mil años que algunos auguraban, amparados en las masas exaltadas, a su particular reino de la belleza. Pero haciendo bueno el dicho “Segundas partes nunca fueron buenas”, esta vez ni siquiera ha habido, para ellos, lugar a la esperanza. Los temores sólo nos inquietaron un poco –a quienes siempre nos opondremos a destinos manejados por seres superiores- mientras se preparaba la contienda. Que ésta empezase y que el tinglado se viniese abajo fue todo uno. Comprobamos que, una vez más, los proyectos faraónicos probablemente se quedarán sólo en eso: en mero proyecto, una maqueta soñada por la mente de un tipo grandilocuente. Sobre el papel, una superproducción, como la definió el líder que volvió para hacer temblar Europa (o eso decía). En la práctica, una comedieta cursi que ni Gómez Pereira.

La imposibilidad del gran arte prometido está llevando a los expertos al desconcierto. “¿Cómo es posible?”, se preguntan quienes apenas pueden disimular su tremenda decepción:

JRdlM: Es que entre un pintor que gana doce millones de euros y un pintor que gana doce mil sí se ve esa diferencia: es que mira esta exposición, mira el arte… incluso en un músico. Pero es que en un futbolista, no.

SC: Bueno, pero yo creo que va un poco de quién puede pagar ese cuadro; si ese cuadro se pueden pagar por él doce millones de euros, pues entonces lo vale.

JRdlM: No, no es que lo valga; una cosa es que se pueda pagar y otra cosa es que lo valga. O sea… lo vale o no lo vale: pero en esto no. Ves el Madrid de esta noche y ves el Alcorcón, y jorobar…

(Lecciones magistrales sobre estética impartidas mano a mano por José Ramón de la Morena (JRdlM) y Santiago Cañizares (SC), anoche en El Larguero).

1 comentario:

Nes dijo...

jajajaja

Gracias Florentino, nunca imagin'e que habr'ia segunda parte. A por palomitas...