martes, 21 de septiembre de 2010

Diálogo imposible sobre arquitectura imposible

Maqueta de la Cidade da Cultura de Galicia, Santiago de Compostela (1999-inacabada)

Peter:
No creo que empezáramos como proyecto político. Mi opinión es que al principio éste era el proyecto de Manuel Fraga. […] Nosotros decíamos que sería demasiado caro. Él respondía: ése no es su problema. Decíamos que en la biblioteca cabían 250.000 libros y pedían un millón. Eso hemos hecho.

Albert: No se debe atribuir única y exclusivamente a la forma de Gobierno esta tendencia al gigantismo. La riqueza adquirida con rapidez tiene en ello tanta parte como la necesidad de demostrar las propias fuerzas, sean cualesquiera las razones. […] Sin embrago, el afán de Hitler por la exageración en las dimensiones iba más allá de lo que confesó ante los trabajadores: el tamaño máximo tenía por objeto glorificar su obra, aumentar la propia confianza en sí mismo.

Maqueta del Estadio Olímpico de Berlín (1937-inacabado)

P: El consenso no construye nada bueno. Y a los Gobiernos de derechas les preocupa menos el consenso. Todo lo que hemos construido que tiene algún valor lo hemos levantado bajo gobiernos conservadores: Ohio, Arizona, Alemania, Italia, Galicia... Los Gobiernos conservadores son conscientes del valor financiero de la arquitectura y están dispuestos a correr riesgos porque no se sienten obligados a justificarse ante la ciudadanía. Ésa, creo, es la diferencia entre derecha e izquierda: ante quién te sientes responsable de lo que haces.

A: Hablamos de los juegos olímpicos. Como yo había hecho en varias ocasiones anteriores, le llamé la atención en el sentido de que mi campo de deportes no tenía las dimensiones olímpicas prescritas; a lo que contestó Hitler […]:
“-Carece por completo de importancia. Los juegos olímpicos volverán a celebrarse en Tokio en 1940. Pero después tendrán lugar siempre en Alemania, en este estadio. Y seremos nosotros quines determinemos entonces qué dimensiones ha de tener el campo de deportes.” De acuerdo con nuestro plan de trabajo, exactamente calculado, el estadio estaría concluido para el congreso del partido del año 1945...

P: El Getty Center de Richard Meier tardó 15 años en construirse. Cuando estuvo listo era ya un edificio viejo. Me gustaría creer que La Cidade no es vieja ni se hará vieja con tanta rapidez. Está alejada de adjetivos como nuevo o viejo.

Citas de Peter Eisenman (entrevistado por Anatxu Zabalbeascoa) y Albert Speer (de sus Memorias).

3 comentarios:

Marco M. dijo...

Los sueños de los iluminados rigen nuestra existencia:
http://www.elpais.com/articulo/Galicia/Fraga/atribuye/sueno/construccion/Cidade/da/Cultura/elpepuespgal/20071108elpgal_1/Tes

Un saludo.

Rubén dijo...

Gracias por el enlace, Marco M. Lo que ya riza el rizo son las colaboraciones de Eisenman con Albert Speer hijo, famoso por defender una concepción de la arquitectura (y sobre todo del urbanismo) en las antípodas de las ideas de su padre (o que su padre asimiló de Hitler, que esto nunca queda claro).

Soren Vargas dijo...

Mi novia es gallega, su profesión está relacionada con la literatura. Un día - yo con mi formación de arquitecto - le pregunté sobre el proyecto. Me dijo que semejante cachalote iba a ser un guardapolvo de bibliotecas imaginarias. Luego agaché la cabeza, avergonzado.

Recuerdo también el concurso para la reconstrucción de la Zona-0. hay cosas que simplemente nunca deben hacerse.