The Godfather: Part III, Francis Ford Coppola, 1990
Las ruinas sublimes II. Lo sublime que encierra la crueldad
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Lo sublime –esa idea fundamental para entender el camino hacia la
modernidad; también su crisis- fue un hallazgo estético, y en su
configuración decisiva n...
Hace 10 años
4 comentarios:
Esas preguntas retóricas... Todos las amamos... Encuentran su lugar en los blogs...
Muy bueno el post. Pero yo me pregunto ¿en qué andaría pensando George Hamilton?
Sólo se me ocurren dos opciones:
1. No me lo puedo creer. ¡Estoy en El Padrino!
2. No me lo puedo creer. ¡Mi agente es cojonudo! ¡Cojonudo!
Supongo que las dos cosas, pero sobre todo la primera. Y encima sale en la mejor secuencia (hay que reconocer que está perfecto al fondo, borroso, sin hacer nada). A mí me encanta El Padrino III por estos dos minutos; siempre imagino a Coppola diciéndole a Pacino en un bar a las seis de la madrugada, antes de rodar: "Mira, los dos sabemos que esto que vamos a hacer es una mierda, pero va a haber un momento en el que no sé cómo -ya se me ocurrirá algo- tú vas a oír el tema de El Padrino y todos sabrán que un día fuimos los más grandes. Por mis cojones".
Mira que se calentaba el gordo Francis a las seis de la madrugada.
¿En que bar te los imaginas? ¿A esas horas no sería en Nueva York, no?
Por supuesto que no; los imagino en Vigo, en el Planta Baixa.
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